COMETER

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lunes, 17 de agosto de 2015

EL TEATRO SE VE MEJOR EN EL TEATRO


El teatro en la escuela.

Llevar las representaciones teatrales a la escuela tiene como finalidad que no se gaste más en pasajes, que la escuela no corra riesgo ante un imponderable en la calle y que se tenga a los alumnos cautivos en el turno de clases. Sin embargo también observa grandes contrastes ya que existen un sin número de distractores. Además de la pobreza en la escenografía, deficiencia en la iluminación y audio, sin apoyo visual de telones, interferencia en las voces de los personajes, falta de concentración en los actores y espectadores.
Entonces, los alumnos que no han visto Teatro formal, consideran que el teatro es así, con todas esas deficiencias y se le acuña un concepto equivocado del quehacer escénico.

El teatro en el teatro.

Vivenciar el rito teatral, en el teatro, no se puede experimentar en el patio de la escuela. Viajar a una colonia diferente, formarse, comprar el boleto, pasar al lobby, que la edecán te asigne el asiento, ver el recinto teatral en general, pero deteniéndose en sus murales, fotografías, esculturas, arquitectura, las butacas, los telones y luces. Entender qué es la isóptica y la acústica. Diferenciar lo que es el lobby, la sala, el foro, el escenario, los camerinos. Distinguir al personal uniformado, entrenado en el arte de servir y atender. Apreciar que lo reciban con una sonrisa hablándole de usted. Que le hagan sentir como un huésped, que finalmente, eso es. Vivenciar el rito de las llamadas, la música de ambientación, la estancia en un lugar limpio, fresco y seguro. Todo eso es socializar en un medio ambiente que no es su hábitat natural, común y cotidiano. El cambio de atmosferas le dará al alumno otra percepción de la vida social porque este aprendizaje genera cultura y madurez. Aprender a comportarse es una tarea cotidiana, pero para algunos alumnos la asistencia al teatro es un algo que no se imaginaban porque siempre se les limitó a deambular en su entorno. El arte y la cultura también tienen un costo como la salud física y emocional. En cuanto el alumno vivencia este roce social, su autoestima crece, se fortalece porque ya no le cuentan; él lo ha experimentado. Es cierto que se puede disfrutar de una litografía del mar, pero por qué negarse la posibilidad de caminar en la playa. Se puede vivir con agua, pero también se puede paladear un buen vino. Se puede dormir en el camión, pero se puede descansar en un buen colchón. Se puede escuchar el ruido de unos audífonos pero por qué privarse de un sonido cuadrafónico. Uno puede comer frituras, pero por qué apartarse de un buen corte de carne. Se puede sobrevivir y deambular, pero por qué negarse a la oportunidad de vivir y apreciar lo bueno. Por qué conformarse con el aire del ventilador en lugar de sentir el viento de la montaña. Por qué limitarse a oír, cuando se puede escuchar. Por qué en el arte hay que limitarse a ver los salones, el patio, a los profesores de todos los días en lugar de experimentar al Teatro Formal.
Al estar viendo una representación teatral, ¿qué de grato tiene el oír al del clarasol, al de las naranjas, el grito del gasero y el rugir de los camiones en lugar de concentrarse en la escena?
Es claro que se puede vivir sin teatro, sin música, sin pintura, sin danza ni arquitectura, pero por qué negarse de la oportunidad de apreciar todo esto en el lugar adecuado para ello y crecer sabiendo que “la vida no son las cuatro paredes de una escuela”.

CADA COSA EN SU LUGAR

En el siglo VI a.c. Tespis viajaba en su carreta dando espectáculos de pueblo en pueblo, pero ya en el siglo V a.c. se construyeron edificios dedicados específicamente a las representaciones teatrales.
Los romanos construyeron edificios teatrales a partir del siglo I a.c.
Y así las diferentes culturas han dado a las artes escénicas la importancia que merecen y por ello se ha buscando construir edificios que cubran las necesidades de óptica, isoptica y comodidad.
Uno no va a comprar clavos a la carnicería, leche a la biblioteca ni aborda un autobús para cruzar el mar.
Sí, se puede ver teatro en el patio de la escuela, en la azotea de un edificio, en el atrio de la iglesia o en el puente de un río, pero ¿por qué negarse la oportunidad de VER TEATRO EN EL TEATRO?

Recordar que: “Quien no conoce más, se conforma con lo que tiene”


Bernabhé Wang-Ho
                                                     cometer_wang_ho@yahoo.com.mx
#NoAlPlagio

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